jueves, 11 de diciembre de 2008

Love is like music


Una dulce melodía que acontece lo acaecido,
Una dulce melodía que me hace caer rendido,
Un órgano extirpado, arrancado…

La dulce idea de una quimera,
De un imposible de otra era,
Del sueño de un iluso de este tiempo.

El cálido sabor de los besos,
Lejanos quedan ahora ellos,
Los recuerdos de un afecto
Que nos dañó a ambos…

Una dulce melodía que nos acompañó,
Una dulce melodía que nos hirió
Y que a la vez nos alivió.

Todo queda ahora soñado,
Una dulce melodía que nos ayudara
A olvidar aquella soñada quimera…
Exactamente el amor es como la música, nos puede elevar a nuestra máxima esencia y, por el contrario, puede robarnosla.
A veces deseamos que esa dulce melodía que encandila nuestros oídos no pare nunca y cuando esta lo hace, deseamos que no se escuche durante mucho tiempo ya que los ecos de aquella música nos devolveran a nuestro pasado, ya inexistente, y lo único que podremos hacer será añorarlo con dolor y congoja. Por esto mismo cuando la música pare deberemos cambiar de canción, deberemos querer cambiar de canción ya que sino nuestra composición acabará inconclusa.
No somos más que breves notas musicales en una composición eterna.

1 comentario:

Cora Recio dijo...

La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.

- Jean Jacques Rousseau