-¿Has visto las estrellas?
-No, mañana las veré.
-¿Y si no hay un mañana?
-¿Cómo?
-¿Y si no hay un mañana para ti o para las estrellas?
Me miró y sonrió. –Deberías ser más optimista ¿no?
Yo miré de nuevo hacía el cosmos y sonreí. –Soy optimista. Pienso en el mañana y no en el hoy. Pienso que todo puede acabar mañana y no hoy.
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1 comentario:
Hola Optimista. Por lo que veo, tres cosas tenemos en común: brockeback Mountain entre las favoritas, lo que me ha llevado hasta ti; romanticismo en pleno siglo XXI, queda ya un poco patético, no crees?; y nos gusta a ambos Amaral.
Acabo de abrir mi blog y ando explorando por aquí a ver qué hay de común por la blogosfera.
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