sábado, 24 de enero de 2009
La época de los principes azules
¿Cuándo comienza y cuando termina esta época? Esta época en la que esperas que venga alguien que te haga sentir seguro, que llene todas y cada una de nuestras espectativas. Algunos dicen que comienza con al niñez y que acaba con la adolescencia, otros dicen que acaba cuando uno se hace adulto pero yo digo que termina con un golpe duro de la realidad que hace que todas aquellas cosas que dabas por sentadas estallen en mil pedazos haciendote estar desolado, solo y preguntándote como has podido creer en todas esas tonterías tanto tiempo, sin embargo, siempre queda un último resquicio para esperar que venga ese principe montado en su blanco corcel y te lleve a otros parajes donde tus dudas y tu tristeza se disipe durante mucho tiempo...
La realidad, el mundo, las personas, todo cambia, ¿Por qué no hacerlo yo también?
jueves, 15 de enero de 2009
viernes, 9 de enero de 2009
Soy optimista
-¿Has visto las estrellas?
-No, mañana las veré.
-¿Y si no hay un mañana?
-¿Cómo?
-¿Y si no hay un mañana para ti o para las estrellas?
Me miró y sonrió. –Deberías ser más optimista ¿no?
Yo miré de nuevo hacía el cosmos y sonreí. –Soy optimista. Pienso en el mañana y no en el hoy. Pienso que todo puede acabar mañana y no hoy.
-No, mañana las veré.
-¿Y si no hay un mañana?
-¿Cómo?
-¿Y si no hay un mañana para ti o para las estrellas?
Me miró y sonrió. –Deberías ser más optimista ¿no?
Yo miré de nuevo hacía el cosmos y sonreí. –Soy optimista. Pienso en el mañana y no en el hoy. Pienso que todo puede acabar mañana y no hoy.
sábado, 3 de enero de 2009
La sorpresa
Podeis saltaros hasta el segundo 43, que es cuando empieza la canción.
A veces una pequeña sorpresa proveniente de la persona adecuada puede ser mucho más grande que cualquier regalo que puedan darnos. Sin embargo... ¿Y si esa sorpresa no fuera buena? ¿Y si esa sorpresa nos doliera tanto que ya, simplemente, durante un momento nos sintieramos incapaces de sentir? ¿Y si esa sorpresa nos hiciera aún más dificultosa la tarea de encontrar a alguien?
Podriamos sentirnos invadidos por el miedo, el miedo a saber en quién podemos confiar y en quien no, podríamos sentirnos aparte del resto de la gente, buscando algo que creímos haber encontrado pero que no fue más que una sucia mentira que ya nunca podremos olvidar hasta que llegue la persona adecuada, la persona que nos cure y nos haga confiar de nuevo y desear que nos sorprendan.
A veces una pequeña sorpresa proveniente de la persona adecuada puede ser mucho más grande que cualquier regalo que puedan darnos. Sin embargo... ¿Y si esa sorpresa no fuera buena? ¿Y si esa sorpresa nos doliera tanto que ya, simplemente, durante un momento nos sintieramos incapaces de sentir? ¿Y si esa sorpresa nos hiciera aún más dificultosa la tarea de encontrar a alguien?
Podriamos sentirnos invadidos por el miedo, el miedo a saber en quién podemos confiar y en quien no, podríamos sentirnos aparte del resto de la gente, buscando algo que creímos haber encontrado pero que no fue más que una sucia mentira que ya nunca podremos olvidar hasta que llegue la persona adecuada, la persona que nos cure y nos haga confiar de nuevo y desear que nos sorprendan.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)